La mediación es un sistema de resolución de conflictos en el que un tercero imparcial, sin poder decisorio, llamado mediador, ayuda a las partes a buscar por sí mismas una solución al conflicto y sus efectos. Para el Ministerio de Justicia de Chile la mediación es un proceso que busca otorgar un espacio de diálogo directo y participativo entre 2 o más personas que tienen un problema. La idea es que conversen sobre el origen del conflicto y las consecuencias que se han derivado de él. Los interesados concurren a la realización de una o más sesiones, acompañados por un Mediador que facilita el diálogo en donde todos buscan vías de solución del conflicto.
En virtud de la reforma de la ley 20.286 a la ley 19.968 que crea los Tribunales de Familia, se estableció la mediación como una instancia previa a los juicios de familia que versen sobre el derecho de alimentos, relación directa y regular y cuidado personal. Así las partes antes de la presentación de la demanda por estas materias deben intentar necesariamente un proceso de mediación familiar. Si las partes llegan a acuerdo, no necesitan demandar y si no llegan a acuerdo se emite un acta de mediación frustrada que debe acompañarse a la demanda.
Los mediadores(a)s son profesionales especializados, con estudios en técnicas de la comunicación y modelos de mediación, entre otros contenidos. De esta manera el mediador(a) facilita el diálogo y aporta profesionalmente para que los afectados tengan las herramientas comunicativas suficientes para finalizar su proceso de la mejor manera.
Los centros de mediación corresponden a espacios físicos donde se realizan procesos de mediación, cuentan con la infraestructura y recursos humanos necesarios para llevar a cabo dicho proceso. A la fecha, CREA cuenta con 15 centros de mediación, localizados a los largo de tres regiones de nuestro país; Región de La Araucanía, Región de Los Ríos y la Región de Los Lagos.
Las causas de ingreso al proceso de mediación familiar pueden corresponder a una o más de la siguiente lista: